La decisión de los Estados Unidos de prohibir la importación a su territorio de Azúcar de la República Dominicana bajo el argumento de que el Central Romana, utiliza la mano de obra infantil violando los derechos humanos de los trabajadores de la caña, ha caído mal entre senadores y diputados, quienes salieron en defensa del país.
Para los congresistas de diferentes bancadas la decisión estadounidense responde entre cosas, al celo que tienen que de el país ocupe un asiento en Naciones Unidas.
Para el encargado de negocios de Estados Unidos en la República Dominicana, Robert Thomas, esta medida en contra del ingenio azucarero no se tomó a la ligera ya que te desde hacen diez años se investiga sobre el tema, lo que de inmediato generó la reacción del Central Romana, quien mediante un comunicado expresó que esta decisión no está apegada a la verdad.
Sobre tema legisladores mostraron su preocupación indicando que durante décadas, está entidad del trabajo de caña de azúcar, ha formado parte importante de la economía nacional.
Otros legisladores consideran que Estados Unidos debió primero comunicar la información a las autoridades gubernamentales.
En tanto que para el presidente de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos en la Cámara de Diputados, Dionicio Restituyó, resulta extraño que se vete una corporación que tiene capital americano.
En su comunicado la empresa azucarera agregó que mantiene la cabeza en alto porque saben que por más de un siglo han actuado de manera correcta.
Está determinación de acuerdo a los norteamericanos, fue adoptada tras comprobar que alegadamente de los 11 indicadores de trabajo forzoso de la de OIT, la empresa viola cinco de ellos.
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