REDACCION- Luego de su brillante actuación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, las miradas de buena parte de los fanáticos del mundo estaban posicionadas sobre la performance de Simone Biles. La expectativa que se edificó en torno a su desempeño en Tokio se derrumbó en las últimas horas y las luces de alerta se dispararon con el foco puesto en su salud psicológica. La atleta de 24 años quedó marginada de la final por equipos de gimnasia artística tras tener un fallo en un salto y luego rompió el silencio para explicar lo sucedido.
“Desde que entro a escena, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar”, señaló ante la prensa en declaraciones que replicó la agencia AFP.
FUENTE INFOABE
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